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Los músicos, profesionales que en muchos casos estudian la carrera más larga del mundo, trabajan en unas condiciones de precariedad desconocidas para la mayoría, aunque todo el mundo tiene una imagen estereotipada de su trabajo y forma de vida. Por eso ahora empiezan a oírse voces explicando su realidad y solicitando el apoyo de la ciudadanía.

Se puede apoyar esta iniciativa firmando en este enlace http://www.change.org/petitions/cuota-aut%C3%B3nomos-reducidas-en-espa%C3%B1a-facilitar-el-trabajo-con-ingresos-bajos-o-inconstantes.

La idea que generalmente tiene la gente del músico es la de la estrella rutilante, con giras por todo el mundo, premios internacionales, mansiones de escándalo y una no menos escandalosa forma de vida. Y todo esto conseguido, aparentemente, sin un gran esfuerzo ya que consideran que solo les bastó un poco de suerte, o «hacer algo indigno», o presentarse a un concurso televisivo (que puede que pertenezca al apartado anterior si hacen caso de Ruymán).

Cierto es que en algunos estilos, como en el mundo de la música clásica por ejemplo, tal vez el público sea un poco más consciente de que para ser un reconocido director de orquesta, prima donna de la canción, o un «simple» primer atril de una orquesta de provincias hay que sudar tinta.

Pero en cualquier caso, y aunque esa foto fija no se ajuste en absoluto a la realidad, estos músicos de éxito conforman un pequeñísimo porcentaje que puede que no llegue ni al 1% de la profesión. La imagen que realmente representa a la práctica totalidad de los músicos es la de un trabajador en precario y desprotegido que para subirse un rato a un escenario, o tocar en la calle, tiene que trabajar durante horas, días, semanas y meses, después de haber estudiado en muchos casos durante más de 10 años una carrera superior, sin que sea debidamente reconocido, compensado y, por supuesto, sin ningún tipo de protección legal.

Pongamos un ejemplo. Para que el público disfrute de una hora de concierto en un bar, el músico ha tenido que ir al local de ensayo a recoger el equipo, montarlo en una furgoneta, llevarlo al local, montarlo en el local, conectarlo y regularlo con una prueba de sonido para dejarlo todo en óptimas condiciones. Previamente ha tenido que montar el repertorio (los temas). Componer y arreglar la música, estudiar su parte y ensayar con el resto de los músicos. Así tenemos que ese músico para ofrecer un pequeño concierto, en un espacio que en algunos casos no cumple ninguna garantia de seguridad, ha estado horas, días y meses de duro trabajo. ¿Tiene alguna protección durante todo ese proceso? Es evidente que no. Y encima todo esa labor profesional solo es compensada con 50 euros, en el mejor de los casos, o con unas copas y unos frutos secos… Desde luego sin contrato y sin seguridad social.

Se podrán imaginar que si tiene un accidente laboral en cualquier parte de este largo periodo solo le corresponde «agua, ajo y resina» – aguantarse, a joderse y resignarse -. Y lo de la jubilación, aunque fuera a los 80 años, ni soñarla, claro.

¿Qué solución plantea hasta ahora la administración? Solo dos posibles; que el empresario de de alta a los músicos por cada actuación, cosa de la que pasa totalmente en la inmensa mayoría de los casos. Otra posibilidad es que el músico se haga autónomo. En este caso es el músico el que pasa olímpicamente.

¿Por qué no cumple el empresario con la ley? Porque suficientes problemas tiene con la insonorización del local, las protestas vecinales, los permisos y trabas administrativas, vender suficientes copas, la crisis que lo asfixia, etc como para estar haciendo varios contratos por día con las altas y bajas de la Seguridad Social. No es muy cómodo, la verdad. Y encima el alta solo cubriría la parte del concierto. Si el músico se electrocuta enchufando el equipo, si se rompe un dedo cargando un pesado altavoz, o si le da un infarto en la prueba de sonido… No le cubre. Y pasados varios años de cotización por este sistema el músico solo tiene, en realidad, unos cuantos días cotizados (sumando todas las horas de los conciertos que ha dado durante su vida).

¿Por qué un músico no quiere ser autónomo? Porque, para un músico, pagar 254 euros al mes aunque esté componiendo, ensayando o estudiando el repertorio (sin generar ingresos) es absurdo y desproporcionado. Y si cuando ya puede dar conciertos solo gana para pagar la Seguridad Social y los impuestos (como suele ocurrir en sitios tan complicados como Canarias) es otra locura que no se ajusta a realidad. Además darse de alta en la Seguridad Social ya le supone una obligación y un simple retraso de un día en el pago le implicará una multa automática del 10%.

¿Cuál es la solución razonable? Crear un régimen específico para los músicos y profesionales similares, como podrían ser los profesionales del teatro, por ejemplo. En este sentido la Comisión de Cultura en el Congreso rechazó el pasado día 23 de abril, con el único voto en contra del PP, una Proposición no de Ley que presentó CiU para garantizar a los músicos y artistas en general que trabajan de forma discontinua los mismos derechos y cobertura de prestaciones de la Seguridad Social que tienen los trabajadores por cuenta ajena.

¿Por qué no se ha conseguido algo tan lógico en todos estos años? Puede ser porque el sector esté atomizado y fragmentado. Puede ser que los únicos lobbys que «representan» al sector estén enfrascados en otros problemas que consideran más importantes para sus negocios. Puede ser que a determinados políticos le importe un pito y un caracol la cultura. Sea cual sea la razón, la verdad es que a fecha de hoy esta es la cruda realidad de la inmensa mayoría de los músicos.

Hasta que estos sean capaces de organizarse para este buen fin, tal vez sea una buena idea apoyar la iniciativa en Change.org que pide firmas para solicitar unas cuotas reducidas de Autónomos en España para facilitar el trabajo a las personas con ingresos bajos y/o inconstantes, como es el caso de los músicos.

No es una solución específica, pero si los músicos se unen en esta reclamación al resto de sectores en condiciones similares tal vez consigan avanzar algo.

Se puede apoyar esta iniciativa firmando en este enlace http://www.change.org/petitions/cuota-aut%C3%B3nomos-reducidas-en-espa%C3%B1a-facilitar-el-trabajo-con-ingresos-bajos-o-inconstantes. No necesitas ser músico para firmar, basta con que seas sensible con la situación de los profesionales de la música que te ayudan día a día con su trabajo a que pases un buen rato y seas un poquito más feliz.

Foto destacada de kaybee07http://www.flickr.com/photos/kurtbudiarto/6897017178/sizes/l/in/photostream/